(un día escribí este texto para un grupo de estudiantes a quienes debía convencer de que aprender a escribir bien era importante)
Tenía 8 o 9 años cuando mi hermana me regaló mi primer diario. Es una agenda con un oso en la portada y hojas de varios colores. Tenía una perra blanco con negro que me hacía compañía y por esos días ya mi mamá no me dejaba salir a a la calle a jugar con los vecinos, porque había decido, ella había decidido para mí, que yo debía ser una niña diferente.
1. Escribo porque nunca aprendí a dibujar. Hubiera dibujado todo en vez de decirlo.
2. Aprendí a escribir y me esfuerzo en hacerlo bien, porque creo que estuve a punto de ser tartamuda.
3. Escribo porque es la única forma que tengo para tratar de entender lo que me pasa: aclarar. La escritura intenta aclarar, aunque no siempre lo consiga, aunque a veces pueda ser un color oscuro que empapa todo.
4. Escribo porque me gusta soñar.
5. Escribo porque leí mucho de joven y me leyeron mucho cuando era pequeña.
6. Escribo porque me gusta crear y como no soy muy diestra con las manos, no aprendí a hacerlo de otra forma.
7. Escribo porque es una forma de estar sola
8. ¿Por qué entonces no escribo todos los días?
9. Porque tal vez no me gusta estar tanto sola nadando en esta hoja de papel. Me da un poco de miedo, supongo.
10. Pero por otro lado escribo porque siempre tengo miedo y nunca he descubierto exactamente a qué o no he querido aceptar que le temo a todo.
11. Escribo para que deje de dolerme.
12. Escribo para crecer y para registrar cómo voy cambiando.
13. No lo hago todos los días porque me la paso ensoñando.
14. Porque soy perezosa.
15. Porque pienso que nunca podré ser realmente buena.
16. Pero luego vuelvo a escribir porque no sé hacer otra cosa en realidad. Porque no tengo salida.
17. No soy capaz de escribir cuando estoy demasiado triste ni demasiado contenta. Es una tragedia.
18. Escribo porque me cuesta mucho entender, pero
sobre todo aceptar esto que significar vivir aquí, en un mundo como este.
19. Porque ya no puede tener amigos imaginarios, entonces me toca volverlos personajes de algún cuento.
20. Por qué paso tanto tiempo sin escribir. Porque se me convierte en un acto que requiere de toda mi fuerza y no la tengo. Hay que ser valiente para escribir. «El artista debe ser un guerrero», dijo la Abramovic.
21. Dejo de escribir porque a veces no tengo más que silencio dentro mío.
22. Vuelvo a hacerlo cuando siento que si no lo hago me voy a volver loca.
23. Escribo porque tengo mala memoria.
24. Hay un post it arriba de mi escritorio, dentro de un marco de donde cuelgan fotos y fragmentos de novelas, que dice: tengo que escribir tengo que escribir tengo que escribir tengo que escribir tengo que escribir tengo que escribir tengo que escribir.
Los diarios se han ido amontonando en un cajón. Ahora tengo un gato. A pesar de mi madre no me convertí en alguien «diferente».
Casa inundada 